Los mejores discos de metal de 2022


Como es tradición, aquí está nuestra lista de los mejores discos de metal del año 2022. Por lo que sabemos, seguimos siendo prácticamente la única web que no ordena sus favoritos, no elige disco del año ni se pierde en subcategorías para compartimentar lo que debería ser un conjunto claro. A diferencia del año anterior y muy a nuestro pesar, esta vez hemos escrito menos reseñas periódicas, por lo que las publicaciones que figuran a continuación incluirán tal vez algunas sorpresas. En total nos hemos quedado con doce favoritos y otros doce finalistas, porque consideramos que este año ha sido algo inferior en calidad al pasado.

El año que ya termina nos ha brindado sobre todo mucho death metal de calidad en todas sus vertientes, alejándose del enfoque más homogéneo de años anteriores, mientras que el black metal se resiente de su fortaleza en 2021 y se muestra algo más discreto. En general, nuestros favoritos no son cosas rompedoras, sino más bien propuestas que redefinen subgéneros o estilos concretos, a veces antiguos y olvidados, o se sirven de ellos para presentar nuevas creaciones. Esto es lo que consideramos que define al mejor metal, como género consolidado que es, más allá de las modas y falsas novedades, y es lo que venimos observando y destacando desde hace ya unos años.

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Discos destacados de 2022

Berator – Elysian Inferno EP (Dark Descent)

Desde Chicago nos llega el primer epé de un grupo novísimo compuesto por veteranos de distintas formaciones, que practica un death/black fluido y potente navegando sobre las corrientes del caos. Esbozando una especie de cruce entre Angelcorpse y Heresiarch, su música belicosa combina velocidad y precisión con una atmósfera solemne y marcial para otorgar al salvajismo del war metal la estructura y la dirección de la que suele carecer. Los temas son breves y compactos, pero en ellos no falta agresividad, solos vertiginosos ni enérgicos cambios de ritmo que hacen de esta publicación una excelente mixtura de los estilos más combativos del metal extremo.

Blasphematory – The Lower Catacombs (Nuclear Winter)

Segundo álbum de este grupo de Nueva Jersey de reciente creación que presenta un death metal oscuro y espeso al estilo Disma, retomando de Incantation el gusto por los riffs cromáticos profundamente graves, las voces de ultratumba y los ritmos muy pesados. Su mejor baza seguramente sea su habilidad para saber cuándo introducir un riff disonante más o menos melódico a modo de abertura, conclusión o punto álgido de cada tema, desmarcándose así de la habitual monotonía gris del caverncore promedio. Blasphematory genera atmósferas con vida y movimiento por medio de riffs y pasajes que en esencia son muy sencillos, convirtiendo en virtud la escasa repetición y la eliminación de todo elemento superfluo. El mérito de esta propuesta no estriba en el plano de la revolución formal sino de la recombinación, ofreciendo un nuevo enfoque personalizado, competente y trabajado de un estilo ya conocido.

Critical Defiance – No Life Forms (Unspeakable Axe)

Los thrashers de Villa Alemana están de regreso con su segundo disco, en el mismo estilo de la costa oriental de EE. UU. (Nuclear Assault, Anthrax) pero con menor duración y temas más breves y compactos. Las canciones están concebidas como pequeños estallidos de furia y son pequeñas piezas muy distintas entre sí que componen un conjunto variado, dinámico y muy impactante, en el que destaca el altísimo nivel instrumental, sobre todo en lo que respecta a la voz y la guitarra solista. El álbum no tiene un solo segundo de relleno, y junto a los pasajes de agresión y velocidad deja espacio para momentos más tranquilos en los que respirar y contemplar, y otros en los que se entrega a florituras de guitarra e intervalos coloridos. Si con su debut ya se posicionaron por encima de la mayoría de nuevas formaciones del género, esto supone todo un salto evolutivo hasta la cumbre de los grupos más ambiciosos e inconformistas del panorama global.

Desecresy – Unveil in the Abyss (Xtreem Music)

Es difícil seguir defendiendo el interés y la originalidad de un grupo que ya va por su séptimo título sin haber modificado sustancialmente su fórmula, pero lo cierto es que en este nuevo disco Desecresy consigue seguir ahondando de formas ligeramente distintas dentro de un estilo cuya mayor virtud es ser cien por cien cosecha propia. Pese a no desmarcarse demasiado de los álbumes que lo precedieron, esta formación parece mantener intacta su pasión y su visión, imprimiendo así un halo de novedad y frescura a algo en esencia no muy diferente de la mixtura de los Bolt Thrower tardíos con influencias del death metal sueco y finlandés a la que nos tiene acostumbrados. A pesar de ello, en esta ocasión los temas presentados son más largos que nunca, con piezas algo más elaboradas de lo que suele ser habitual, ralentizando el ritmo y prolongando las progresiones. Unveil in the Abyss tal vez sea más de lo mismo, pero en ese caso lo sería en una versión mejorada de lo mismo y, sobre todo, sólida y segura de sí misma.

Disma – Earthendium EP (Necroharmonic Productions)

Formación tan poco prolífica como venerada, Disma está de vuelta con un nuevo epé que condensa la arquitectura lógica y cambiante del death con las cadencias siniestras y opresivas del doom para ofrecer la formulación definitiva de su arte apocalíptico. Los tres temas aquí contenidos emplean a la perfección técnicas canónicas, como la evolución de motivos reiterados, la eficaz acumulación de tensión para liberarla de forma explosiva o los radicales y sorprendentes cambios de ritmo para conseguir narrar de forma sucinta pero impactante nada menos que el fin del mundo. Pese a la brevedad de este nuevo material, la perfecta coherencia compositiva y el estilo sencillo pero aplastante terminan de rematar una de las mejores representaciones hasta la fecha de la variante de doom/death creada por Incantation y cultivada desde entonces con esmero por la fecunda escena de Nueva Jersey.

Evocator – Ancient Cataclysm (Autoeditado)

Este misterioso grupo sueco ha armado un disco realmente peculiar a partir de un estilo que suele dar pocas sorpresas: el death/doom cadencioso, melancólico y más bien blandurrio, cercano al metal gótico, que practican no pocos de sus compatriotas. Este subgénero por lo general poco brillante se enfoca aquí a través de piezas largas que mediante un puro y simple mecanismo de acumulación de intensidad consiguen expresar todo el poder y la solemnidad de la temática escogida, digna de verdaderos frikis de la Historia: la convulsa caída de las civilizaciones de la Edad del Bronce Final. La fórmula queda rematada por la espectacular ejecución vocal de Nick de Hessian Firm, que abarca infinidad de registros para reflejar la hondura trágica de lo narrado. Sencillo pero poderoso, el resultado seduce y acaba por convencer.

Imprecation – In Nomine Diaboli (Dark Descent)

Hay grupos que hacen una y otra vez el mismo disco, y otros que hacen eso mismo pero cada vez mejor. Este último es el caso de Imprecation, que tres años después de Damnatio ad Bestias vuelve con un nuevo álbum aún más potente y rotundo, no sólo en términos de producción sino también en forma de riffs cromáticos súper robustos, batería más recia y una guitarra rítmica que suena más alta que la solista. Sigue habiendo margen para incluir solos y partes de teclado, aunque el viraje hacia un formato más ligero y menos agresivo que se dio en el disco anterior se ha corregido aquí para buscar un enfoque más centrado y sólido, sin por ello descuidar la diversidad estructural. A ello ha contribuido quizá la renovación de personal, con varias salidas y entradas y el fallecimiento de su batería histórico (R.I.P. Rubén Elizondo). Quien vea aquí algo retro comete un error: Imprecation no emula ningún pasado, en todo caso emula lo que podría haber sido el grupo en los noventa si hubiera tenido mejor fortuna, pero para bien o para mal eso es algo que no se ha materializado hasta estos últimos años.

Psionic Madness – Rotting Dominion (Vargheist Records)

Tan sólo un año después, esta formación estadounidense regresa con la continuación de su tremendo debut de death/grind rabioso y disonante, en lo que parece una versión de la misma visión en un formato más extenso. Las canciones individuales son igual de angustiosas y contundentes, pero al ser más largas y ambiciosas permiten un mayor desarrollo formal, al que se une un nivel técnico patente que la ejecución deliberadamente descuidada no logra esconder. El grupo emplea trozos sueltos de melodía, solos melódicos y pasajes melancólicos que se cortan antes de tiempo para recrear un paisaje yermo y desolador desprovisto de esperanza, algo muy acorde con la historia post-apocalíptica que narran las letras. Tenemos aquí a los herederos de Zealotry, no sólo por sus características formales, sino por su manera de saber llevar y culminar los temas en uno de los mejores discos del año, tanto por lo original y logrado de la propuesta como por el espectacular salto evolutivo desde el debut.

Ritualization – Hema Ignis Necros EP (Iron Bonehead)

Cinco años después de su álbum debut que tanto nos fascinó, estos franceses regresan con nuevo material que responde al mismo black/death furioso de antaño, pero con un nuevo toque entre exótico y oriental que le confiere no poco encanto. Despegándose de lo habitual y trillado dentro de dicho subgénero, Ritualization destaca una vez más por su habilidad para componer temas bien cohesionados con una gran maestría de la intensidad y las progresiones únicas. A ese estilo personal claramente identificable se suma una avanzada pericia técnica capaz de respaldar la visión artística singular que, sin ser revolucionaria, consigue desmarcarse con su voz propia. A pesar de su tamaño más modesto, este epé confirma las buenas expectativas sembradas por su ópera prima.

Rotheads – Slither in Slime (Memento Mori)

Entre los innovadores no rupturistas que han destacado en lo que va de año figura un cuarteto relativamente nuevo, que en este su segundo álbum completo presenta una versión personal e intransferible del death metal europeo, combinando a partes iguales influencias de las escenas de Suecia y Finlandia. La abundancia de melodías de guitarra, el ritmo más bien reposado y el uso de pequeños elementos poco canónicos que maximizan su efecto al emplearse con cuentagotas redundan en una fórmula inusual, atractiva y evocadora, que se ve realzada por una producción sorprendentemente orgánica que proporciona un marco cálido y a la vez agradablemente turbio, como si fuera un gran pantano lleno de misterios que explorar. Sin suponer ninguna revolución ni novedad radical, esta formación ha conseguido explotar una buena dosis de creatividad dentro de los límites estilísticos escogidos, con un resultado sorprendente y digno de atención.

Suppression – The Sorrow of Soul Through Flesh (Unspeakable Axe)

He aquí el álbum debut en formato largo de este grupo chileno compuesto por dos músicos que militaron previamente en Ripper y nos sorprendieron tres años atrás con un excelente primer EP de enérgico death/thrash sin concesiones, salvaje y preciso al mismo tiempo. La agresión casi constante encuentra su peculiar contrapunto en la abundancia de líneas melódicas y solos exuberantes de reminiscencias neoclásicas, que suavizan y dan color al conjunto. Los temas resultan superficialmente similares, pero en escuchas sucesivas pueden distinguirse sutilmente por sus ritmos y estructuras internas, algo que se ve realzado por el altísimo nivel de todos los músicos. The Sorrow of Soul Through Flesh es un álbum de death/thrash que sabe ser violento y reflexivo a la vez, oscilando entre ritmos veloces y parones introspectivos, ejecutado por lo que viene a ser una versión actualizada de los primeros Pestilence, rebosante de juventud y furia.

Ultra Silvam – The Sanctity of Death (Shadow Records)

Esperado segundo asalto de esta formación sueca de black metal melódico ultraveloz que ya nos deslumbró con su debut de 2019. Su fórmula intensa e infatigable hace honor a los grandes nombres del estilo nórdico más rápido y fluido, pero el grupo también presenta la suficiente versatilidad y variedad de formas como para no resultar plano ni monótono, dotando de empaque y personalidad a una vertiente canónica un tanto olvidada a día de hoy. Es notable su capacidad para contraponer breves pasajes muy densos con otros más lentos o totalmente diferentes entre sí, poniendo en juego una sorprendente abundancia de recursos para que cada tema desarrolle algo único. El planteamiento más firme y seguro, el mayor control de los tiempos y la ambición estilística mucho más prominente dejan claro que estamos ante los sucesores de la mejor época de Watain, que vuelven a hacer brillar el black metal melódico con toda su intensidad de antaño.

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Discos dignos de mención

Abhor – Sex Sex Sex (Ceremonia Daemonis Antichristi) (Iron Bonehead)

Estos incansables italianos están de regreso con un nuevo álbum no muy distinto del anterior, con el matiz añadido de que su black metal lento con abundancia de teclados y atmósfera gótico-teatral se emplea en este caso para recrear una especie de misa negra que estructura el disco. En la misma onda que su trabajo previo, el grupo sigue apartándose del black canónico al que nunca fueron del todo fieles para adentrarse cada vez más en una interesante mixtura entre Death SS y Mortuary Drape, una fórmula propia pero al mismo tiempo profundamente italiana. Sin ser nada nuevo, su estilo no deja de ser muy personal y totalmente identificable, y el tiempo que se toman cada vez que sacan nuevo material sale a relucir en lo depurado de sus canciones.

Calyx – Los negros vapores de la bilis (Autoeditado)

Desde el corazón de Aragón nos llega el segundo álbum de Calyx tras su alabado Vientos arcaicos de 2019, reeditando la misma fórmula de black/thrash con crust punk pero limitando mucho la influencia medievalizante, cosa que se echa bastante de menos. El grupo sigue compensando su falta de virtuosismo con mucha soltura y claridad en la composición, y sabe cómo hilar y rematar cada tema de la manera más eficiente, dentro de la sencillez. Una vez disipado el efecto sorpresa, este segundo asalto resulta mucho menos sorprendente, aunque la formación conserva buena parte de su encanto gracias a su reconocible estilo propio y su planteamiento independiente. Esperemos que esto sea un mero escalón de bajada antes de dar el próximo salto.

Deathsiege – Throne of Heresy (Everlasting Spew Records)

Aquí llega el álbum debut de esta formación israelí que nos deslumbró en su maqueta de hace dos años con un black/death rápido y agresivo con influencias del war metal y una gran y sorprendente diversidad formal. Inspirado en los primeros Angelcorpse, se distingue de ellos por su menor virtuosismo, pero también por su mayor variedad, en sentido positivo, lo que otorga gran riqueza a su música y la separa del resto de formaciones de corte similar. En este larga duración, el grupo se atreve con temas más largos, aunque las piezas más cortas siguen siendo las más logradas e impactantes. Lo que rompe un poco la impresión general, aparte del interludio extremadamente retro de la quinta pista, es el hecho de haber añadido al final cuatro temas regrabados de la demo, cuyo formato más breve y factura más compacta desentona no poco con las composiciones más recientes. Habría sido mejor sacar un epé solamente con el material nuevo, aunque como tal este debut no deja de ser sobresaliente.

Galicia – Precipice (Hessian Firm)

Es algo raro y de celebrar que haya grupos nuevos siguiendo el estilo de formaciones recientes en lugar de limitarse a referencias más convencionales. Eso mismo es lo que hacen los californianos Galicia al retomar el enfoque de los canadienses Into Oblivion, con una fórmula híbrida que mezcla la recurrencia del death y la intensidad del black para crear música aparentemente caótica que deja espacio para el tono épico. Su manera de trocear fragmentos de melodía y esparcirlos sobre un paisaje cambiante y siempre en tensión es digna de elogio, pero el barroquismo de las voces y los excesivos cambios de ritmo lastran un poco la imagen de conjunto. En todo caso, este es un debut excelente de un grupo nuevo con un planteamiento que merece atención por lo inusual y prometedor.

Kexelür – Llave a las profundidades… (Autoeditado)

Situándose al margen de lo habitual en la escena de su país, los chilenos Kexelür definen su estilo como “black metal experimental”, una etiqueta que en su caso y en el de unos pocos más (como Siete Lagunas o, más recientemente, Vómito Vacuo) supone apartarse de lo trillado para incluir un montón de elementos distintos que enriquecen la base sin simplificarla ni pervertirla. Esto se manifiesta en numerosas digresiones, una atmósfera cambiante, pasajes disonantes y raros así como un formato más bien casero que en este caso no implica graves carencias de producción. El título de esta maqueta de larga duración está realmente bien puesto, porque ofrece toda una exploración de mundos subterráneos que aprovecha las capacidades expresivas del black metal sin plegarse a sus convenciones, pero también sin descuidar la estructura o al menos el hilo conductor a pesar de emplear formas y modos narrativos inusuales y sorprendentes.

Omegavortex – Omegavortex / Pious Levus Split (Invictus Productions)

Tuvimos conocimiento de este grupo alemán hace un par de años, tras la publicación de su disco debut Black Abomination Spawn, que inicialmente no fue del agrado de este cronista, quien con el tiempo acabó no obstante por apreciar lo que en esencia es una versión renovada y ampliada de la fórmula salvaje y carnívora de los míticos Necrovore. Este año Omegavortex regresa con una edición menor, un compartido en el que despliega nada menos que seis temas con un estilo aún más depurado, igual de intenso pero más estructurado, que lleva a un nivel superior el concepto de “caos controlado”. La agresividad no se queda en algo plano y repetitivo, como le ocurre en gran medida a la parte de Pious Levus, sino que va desarrollando pequeñas ideas distintivas que otorgan carácter e interés individual a cada pieza. Sin duda el próximo larga duración será algo a tener en cuenta, pero mientras tanto tenemos esta publicación que por su contenido y duración más parece un epé bien sólido.

Pensées Nocturnes – Douce Fange (Les Acteurs de l’Ombre)

En los últimos años este grupo ha pasado de proyecto unipersonal a banda completa, pero no ha sido hasta este nuevo trabajo cuando ha logrado capitalizar la ampliación de plantilla para escapar de formatos trillados y lograr una fórmula más suelta y cohesionada que nunca. Su black metal fusionado con músicas cabareteras y populares de principios del siglo XX se condensa en canciones únicas y muy reconocibles, que consiguen funcionar porque, por un lado, la música es metal de verdad y proporciona una base sólida y estable y, por otro, porque la fusión es genuina y se muestra como tal, sin ironías ni edulcoramientos. Buena parte del encanto de este nuevo álbum y también de Pensées Nocturnes como concepto es su manera de combinar lo sórdido y lo atractivo de la cultura francesa de una manera musicalmente sólida e impactante. Las numerosas referencias musicales y culturales insertadas en los temas suponen un plus para quien pueda entenderlas, pero lo importante es que la música está a la altura.

Pharmacist – Flourishing Extremities on Unspoiled Mental Grounds (Hell’s Headbangers)

Un grupo de death/grind de corte europeo fundado por un ucraniano afincado en Japón: bienvenidos a la globalización del metal. Exhibiendo claras influencias de los primeros Carcass, tanto en la temática clínica como en los ladridos de perro y los riffs rabiosos, Pharmacist se asemeja también a los mejores grupos actuales del mismo subgénero, como Cadaveric Incubator, aunque se desmarca del formato habitual mediante temas más largos y mucha virguería guitarrera, incluyendo solos luminosos más propios de una banda de hard rock, que curiosamente no desentonan demasiado en un conjunto que no es del todo convencional. Esta formación no solamente tiene el mérito de construir canciones largas que no sean excesivas ni pesadas, sino que por medio de melodías cromáticas llamativas y estructuraciones muy diversas logra otorgar personalidad y sentido a cada una de las composiciones. Sin ser nada realmente nuevo ni sorprendente, su música está muy bien hecha y es altamente disfrutable.

Qrixkuor – Zoetrope EP (Invictus Productions)

Poco más de un año después de su fantástico debut, esta formación londinense está de vuelta con un nuevo epé en la misma línea, con un death metal denso, oscuro y disonante que paradójicamente resulta cálido a la vez, gracias a la producción y la luminosidad de las guitarras. La novedad es que las partes orquestales que adornaban su título anterior han pasado a ser parte integrante del todo, no a la manera superficial y postiza de los grupos que se autodenominan “sinfónicos”, sino fundidas con los instrumentos metaleros para generar una misma pulsión, de manera similar al reciente Requiem de Triptykon. Al igual que en Poison Palinopsia, el resultado es un tema muy largo pero perfectamente estructurado, con varios movimientos como las piezas clásicas, en el que el concepto que sirve de inspiración se expresa perfectamente a través de la propia música, sin necesidad de introducción ni explicaciones. Pese a las grandes similitudes con su predecesor, en el completo dominio de la forma y el fondo se confirma que esta formación ha alcanzado su madurez creativa y su plena identidad.

Satan – Earth Infernal (Metal Blade)

Pioneros desarrolladores del speed metal junto a otros grupos contemporáneos de la NWOBHM, los británicos Satan tuvieron en su momento una carrera tan breve como para que su regreso supusiera un verdadero revulsivo a efectos creativos, a pesar de su enfoque claramente tradicional. Este nuevo álbum emplea hábilmente la velocidad y los riffs de corte clásico para ofrecer un álbum sólido, familiar y distintivo a la vez por la manera en que estos músicos veteranos interpretan un estilo que dominan a la perfección. El firme frente de guitarras se ve respaldado por una batería discreta pero perspicaz y un cantante con una voz muy personal en un conjunto que brinda una agresividad adicional que no se encuentra dentro del espectro del power metal promedio, sin caer en exageraciones pero manteniendo vivo el espíritu alienante de la NWOBHM.

Sépulcre – Cursed Ways of Sheol EP (Invictus Productions)

Agotado el filón de Incantation, las formaciones de death metal más recientes parecen volverse hacia el estilo finlandés de melodías inquietantes y sonidos sucios. Ese es el planteamiento del que parte este nuevo grupo bretón, que se desmarca de los demás asentando su atmósfera malsana en una firme estructura de riffs incisivos con capacidad para mantenerse siempre en movimiento. Más que limitarse a una mera emulación del pasado, Sépulcre emplea elementos de estilos antiguos para narrar sus propias historias de una oscura mitología subterránea, en un formato que es ligero y solemne al mismo tiempo. Con el talento que demuestra y la claridad de su visión, este grupo puede llegar muy lejos.

Serpent Ascending – Hyperborean Folklore (I, Voidhanger)

Este era uno de los discos más esperados del año, aunque quien suscribe ha visto en gran medida defraudadas sus expectativas de encontrar una continuación del álbum debut que profundizara en el mismo metal minimalista y sobrio con cambios de ritmo abruptos, agresividad y alergia a cualquier repetición. En su lugar tenemos canciones largas, complejas y reiterativas, con un énfasis en la evolución que se acerca al metal progresivo, perdiendo así la concisión y rapidez de antaño. La gran ambición y personalidad exhibidas son patentes, pero la deficiente ejecución formal (voces y batería) y el hecho de que este proyecto no rompa moldes y se limite a instalarse cómodamente dentro de los confines de un heavy metal ambiental le restan demasiados enteros. Clarividente e individualizado como es, este disco resulta más apto para enseñar a otros cómo entender el metal que para llegar a escribir la próxima página de su historia.

Belisario, diciembre de 2022

Escuchando: Détente – 1986 – Recognize No Authority


9 respuestas a “Los mejores discos de metal de 2022”

  1. Megusta mucho este selección solo ponía último disco de Behemoth de año 2022 suena súper bien que párese a ustedes

  2. Escucha el último disco de coldworld. Un logro increíble de una sola persona. Saludos desde Argentina

    • No me convence, es post-metal ambiental, y como tal desarrolla ideas muy sencillas de forma muy lenta y sin más atractivo que el aspecto melódico. Además, suena muy parecido a todos los grupos que comparten esa misma etiqueta. La única formación de post-metal que me ha parecido vagamente enérgica e interesante es Harakiri for the Sky, y tampoco es para tanto.

      Ahora te recomiendo yo: si te gustan este tipo de composiciones muy lentas y estáticas pero quieres un toque más oscuro y personal, prueba con The Ruins of Beverast. Si buscas post-rock que tienda al metal con verdadero contenido y expresividad, escucha los últimos de Empyrium. Y si prefieres quedarte dentro del rock atmosférico pero con música que sirva para algo más que producir ambientes, dale un tiento a los primeros Tenhi.

  3. Buenísima lista! Hay muchas cosas que no conozco, y la mayoría de lo que conozco me parecen muy buenos discos, así que tengo deberes. En mi lista personal incluiría también a Embrace of Thorns y los polacos Clairvoyance y Devilpriest.

    • Me alegra que la lista sea de tu interés. El de Embrace of Thorns no estaba mal, aunque no me pareció muy distinto ni mucho mejor que otros anteriores. Los otros dos tendré que escucharlos. Un saludo.

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