Antagonyze – Interpretations of the Unknown Wilderness (2024)
(Chaos Records, 19 de abril de 2024)
Un nuevo disco excelente de un grupo chileno cada pocos meses está pasando a ser más costumbre que noticia, y eso mismo vuelve a ocurrir con el segundo álbum de una formación de death/thrash muy similar a los Blood Oath que nos deslumbraron con su debut el año pasado –con quienes comparten ubicación geográfica y hasta un guitarrista–, aunque en este caso el estilo empleado se mantiene más cerca del componente thrash que del death. Tal vez sea la estructura más dispersa del disco, o la calidad más modesta de la grabación, pero lo cierto es que este material, que comparte la misma ambición formal y el gusto por las construcciones de riffs enrevesados, resulta menos compacto y atractivo que el de sus paisanos. No obstante, el nivel técnico y compositivo es igual de destacable, como lo es la capacidad de convertir referencias antiguas en un estilo renovado y pertinente.
Tsatthoggua – We Are God (2024)
(Osmose Productions, 31 de mayo de 2024)
Otros yayos de titanio que vuelven a la carga: retorna por la puerta grande esta formación alemana de los noventa de extraño nombre lovecraftiano difícil de recordar, con nuevo álbum en su mismo sello de antaño, más de 20 años después. Su estilo inicial, un black/thrash similar al de Absu, pero con más teclados y una temática masoquista y depravada, ha quedado atrás en gran medida en favor de un black/death más convencional, que el grupo consigue hacer brillar gracias a un sólido método compositivo y un toque personal aún perceptible. En términos estilísticos, esto es lo que podrían hacer Belphegor si supieran hacer música en lugar de teatro, pero a pesar de su factura sobresaliente no logra sorprender en exceso; lo cierto es que cabía esperar algo más de este regreso, o al menos algo más extraño y peculiar.
Crypt Sermon – The Stygian Rose (2024)
(Dark Descent Records, 14 de junio de 2024)
Aquí tenemos el tercer disco de este grupo estadounidense de doom metal sugerente pero enérgico que últimamente ha visto un gran incremento en su popularidad, en este caso de forma totalmente merecida. Su estilo es muy similar al de Candlemass, de quien bebe claramente, aunque añadiendo un toque más moderno y una personalidad propia que por fortuna va desarrollándose cada vez más, algo a lo que ha contribuido la inclusión como teclista de Tanner Anderson de Obsequiae, un añadido tan inesperado como interesante. El salto desde el segundo álbum es considerable, tanto desde el punto de vista creativo como en el propio nivel técnico de la ejecución. Pese a trabajar dentro de un estilo clásico y reconocible, esta formación demuestra que sabe hacer canciones, y el resultado es un disco excelente, tan variado como deslumbrante.
Diocletian – Inexorable Nexus (2024)
(Nuclear War Now!, 15 de julio de 2024)
Cinco años después del anterior, llega hasta nosotros el nuevo disco completo de esta formación neozelandesa de war metal bien entendido, es decir, con más sentido y estructura que tedio y repetición. Al contrario de lo que sucedía con su predecesor (Amongst the Flames of a Bvrning God), esta vez parece que ha terminado de asentarse la formación renovada casi por completo en 2016, que se muestra más centrada y cohesionada, aunque lejos de la originalidad y personalidad que derrochaba poco antes en la época del Gesundrian. Este nuevo material está entre medias; tiene buenos momentos pero también tira no poco de inercia, como su mustia portada, sin dejar de estar, eso sí, muy por encima de la media en el subgénero en cuestión. La falta de miras y ambición con respecto al pasado se hacen notar, pero el disco es indudablemente sólido y potente, y ofrece una escucha muy disfrutable.
Escuchando: Adversarial – 2024 – Solitude with the Eternal…