Ascendency – A Manifest of Imperious Destiny EP (Me Saco un Ojo/Dark Descent, 14 de julio de 2023)

Dinamarca nunca ha sido un país demasiado prolífico en lo relativo al metal extremo en comparación con sus vecinos nórdicos, si exceptuamos un par de grandes nombres como puedan ser Mercyful Fate o Artillery, que pese a su merecida fama no pertenecen al segmento más radical. Rompiendo con ese pasado, recientemente se ha constituido en su capital una nueva escena de death metal bastante activa que ha logrado acaparar cierta atención internacional, con una serie de formaciones (como Phrenelith, Undergang o Taphos) integradas por un número más bien reducido de músicos, como suele ser el caso en las escenas muy concentradas geográficamente. Aunque la mayoría cultiva un OSDM más bien convencional, que oscila entre la inspiración europea y la norteamericana, también hay margen para excepciones estilísticas como esta que nos concierne hoy, un power trio denominado Ascendency.

Esta formación relativamente reciente practica una variante de death metal oscuro que se aproxima al black metal, más en espíritu y tono que en formato musical y técnica. Bebiendo del death metal escandinavo más sombrío y enrevesado, a lo Eucharist o Necrophobic, no se aparta del todo de la vertiente más melódica del estilo sueco pero sabe permearla de influencias selectas del black metal y otros estilos para crear algo diferente. En ocasiones emplea el trémolo típico del black metal, que en sus manos no llega a ser melódico sino más bien cromático y áspero, huyendo de melodías emotivas. Por otro lado, en cada canción se incluye algún solo modesto de raíz claramente thrash metal, cuando el resto de la música tiene muy poco de ese subgénero. Por lo general la fórmula es bastante simple, con frases sencillas que se repiten y acumulan para terminar generando en conjunto una cierta complejidad estructural.

La producción es superficialmente austera, pero guarda una calidez interna que garantiza el brillo de los distintos instrumentos. La voz es bastante floja y la batería más bien discreta, limitándose a marcar un ritmo entre punk y thrash que nunca se sale de su sitio, por lo que el núcleo de la interacción instrumental reposa en el duelo de guitarras, con riffs sencillos pero bien combinados. Como rasgo distintivo, en este epé se utilizan samples de lo que parecen trompas y trompetas tibetanas que quedan especialmente bien, sobre todo en el tema de conclusión, ya que encajan a la perfección tanto con la música en general como con el concepto de gloria imperial transitoria que se pretende explorar. Otro detalle digno de mención es la manera en que las guitarras siguen esos samples subiendo una misma nota en una especie de dive bomb ascendente, algo parecido a lo que hacía Bathory en muchas de sus canciones más lentas, con gran efecto épico.

En sus coordenadas estilísticas, este epé no suena retro en sí, pero sí parece llegarnos desde una época pasada en su forma de liberarse de las convenciones de género establecidas. Su atractivo radica en una mezcla de subgéneros efectuada con criterio, con una base bien clara (el death metal oscuro noventero), pero sin miedo a insertar y combinar otras influencias dispares, demostrando que una personalidad bien trabajada consiste sobre todo en saber filtrar bien lo que se asimila. Ascendency borda sobre todo las conclusiones, cuyo efecto reposa en una acumulación previa de tensión que se resuelve con majestuosidad, y consigue que una receta simple brinde excelentes resultados, incluyendo la creación de una estética propia, algo muy digno de interés y alabanza.

Escuchando: Necrom – 2022 – All Paths Are Left Here…