Plague Bearer – Summoning Apocalyptic Devastation (Nameless Grave Records, 3 de marzo de 2023)
El pasado mes de marzo vio la luz lo que aparentemente es el disco debut de un grupo muy longevo. En realidad es preciso matizar la información, ya que Plague Bearer no es una agrupación que haya existido como tal desde los noventa, sino que se trata de la encarnación original de los muy elogiados por estos lares Drawn and Quartered, que pronto cambió de nombre y no fue resucitada con la denominación inicial hasta varios años más tarde, esta vez como proyecto paralelo del guitarrista Kelley Kuciemba. Para esa nueva aventura se rodeó del también bajista de su grupo principal, Herbert Burke, y de otro músico veterano para hacer las veces de vocalista (Mike Sheldon), constituyendo así una entidad muy apegada a la formación principal en cuanto a su composición y ubicación geográfica (Seattle) pero también un tanto divergente en lo musical.
Como es lógico, el sonido de Plague Bearer debe mucho a la agrupación mayor a la que dio pie, pero también se independiza de esta para desarrollar una atmósfera más lenta y maligna, con un estilo que retoma el black metal oscuro de la segunda ola, en su vertiente USBM o centroeuropea, y aporta más melodía en estructuras más lineales. Al igual que en el último disco de Drawn and Quartered, las canciones son por lo general breves y compactas, y hay una llamativa y bienvenida abundancia de exuberantes solos de guitarra, pero estos rasgos se funden muy bien con la sensación de culto místico y nocturno del primer black metal noventero, lo que redunda en una escucha realmente gratificante que trae un agradable eco del pasado ejecutado con una sensibilidad más contemporánea.
La producción es seca y sin aspavientos, y recalca bien la solidez de las composiciones y la ejecución. Las canciones están claramente diferenciadas entre sí, lo que otorga gran riqueza a la experiencia del álbum en su conjunto. Es notable la disparidad de influencias de una pista a otra: en las partes melódicas, hay más presencia del black metal sombrío de grupos como Black Funeral o Ungod, mientras que el elemento más death metal es una mezcla del estilo directo y básico de los propios Drawn and Quartered con los clímax disonantes de Immolation como eje central para anclar cada pieza. Todas ellas son redondas y con mucha personalidad, como corresponde a creaciones que han sido perfiladas y rumiadas durante años.
Al comparar esta grabación con publicaciones anteriores del grupo, uno se percata de que esta no es una mera recopilación de temas viejos, sino que, pese a haber sido incluidos previamente en las distintas maquetas y el EP que el grupo tiene en su haber, todos ellos están cuidadosamente arreglados y reelaborados para hacerlos más sólidos y completos, con un tono unitario y modernizado. Por tanto, Plague Bearer convence más por lo logrado que por lo novedoso o sorprendente, aunque incluso a los fans acérrimos de Drawn and Quartered les resultará un enfoque distinto del mismo estilo y buen hacer de estos músicos, más atemporal que retro o envejecido, que consigue reconvertir material antiguo en algo potente, cohesionado y sobre todo original.
Escuchando: Thantifaxath – 2023 – Hive Mind Narcosis