Critical Defiance – The Search Won’t Fall… (Unspeakable Axe Records, 22 de marzo de 2024)

Tal vez no sea del mejor gusto hacer comparaciones directas, pero si nos atrevemos a establecerlas entre los chilenos Critical Defiance y sus compatriotas Demoniac no es tanto para denigrar a unos a costa de otros, sino para recalcar cómo es posible encontrar vías estilísticas muy diferenciadas dentro de un género a priori tan homogéneo como es el thrash metal. El año pasado los segundos pusieron el listón muy alto con su último larga duración, pero tan solo unos cuantos meses han bastado para que los primeros redoblen la apuesta y vuelvan a desmarcarse del pelotón en un nuevo salto cualitativo que los sitúa, si no por delante, al menos al mismo nivel que unos Demoniac, de cuya plantilla, por cierto, han recuperado a dos antiguos miembros. Tras un debut potente pero un tanto genérico en 2019, pasando por un segundo disco más breve y compacto, pero con más variedad (uno de nuestros favoritos de 2022), este tercer asalto es aún más amplio y diverso, con temas de todas las duraciones y una asombrosa habilidad para absorber influencias adaptándolas a su idiosincrasia, sin que parezca tener límites la amplitud de su mirada y capacidad expresiva.

Dotados de un altísimo nivel instrumental que salta a relucir desde los primeros compases, los de Villa Alemana se lanzan a una serie de asaltos sin concesiones en los que hay también sitio para virguerías con regusto neoclásico, eso sí, mucho más veladas que en Demoniac. Sus riffs principales son elaborados y sobresalientes, aunque para no pocas transiciones emplean simples power chords al estilo punk que por puro contraste resultan altamente efectivos, como lo son las frases recurrentes que sirven tanto para recapitular, a modo de motivos, como para hacer avanzar la acción en puntos estratégicos. Las canciones parten por caminos impredecibles pero siempre justificados, y a pesar de emplear por lo general una sencilla alternancia estrofa-estribillo, consiguen siempre forzar esa estructura tradicional para encontrar nuevas vías de expresión. La disposición del álbum merece también ser comentada por lo inusual, ya que tras unos primeros temas largos se pasa a unas cuantas pistas muy breves hasta llegar a la última y más extensa, que se llama como el grupo, en la que varios solos destacados y un riff largo y épico terminan poniendo un excelente broche, mezclando el apremio con la majestuosidad.

Lo más destacado de este nuevo álbum seguramente sea la amplia mezcla de influencias recogidas, que abarcan desde hardcore punk y NWOBHM, pasando por grindcore y protodeath, hasta llegar al black metal en algunas melodías, con una pasmosa naturalidad que denota que no estamos ante una estudiada alquimia de géneros en laboratorio, sino ante un proceso libre y espontáneo que explica el resultado tan auténtico que produce. Critical Defiance ha creado una verdadera batidora thrash que se nutre de todo el acervo metálico y de más allá para construir un lenguaje propio que gracias a su ausencia de barreras y corsés mantiene una envidiable frescura, con el acierto añadido de no estar copiando directamente a ningún grupo en especial. Este tercer álbum es testimonio de una evolución que está siendo fascinante, por su multiplicidad de formas y también por su rapidez en el tiempo (tres discos en cinco años), sin olvidar la admirable pericia técnica de los músicos, una constante en la escena chilena, pero no por ello menos reseñable.

Podría señalarse que todo en esta música suena a viejo y se nutre de influencias pasadas, pero quien esté acostumbrado a las novedades de las últimas dos décadas en el ámbito metálico ya debería saber que la innovación tiene lugar predominantemente en el campo de la reelaboración, no en el de la ruptura formal. Esta formación en concreto emplea elementos de géneros y épocas muy dispares, y los usa para crear un mensaje genuino aplicado al mundo de hoy, lo que hace que realmente no se pueda acusar a su música de ser retro. Como muchos de sus compatriotas de una escena bastante joven, con muchos músicos nacidos en los noventa, Critical Defiance retoma el metal allá donde empezó a torcerse (hacia 1993) y asume la digna tarea de continuarlo, recuperando una posible progresión lógica que no se dio en su momento, pero que ha encontrado en la actualidad y en un país de escueto pasado metalero –ochentero– como Chile el caldo de cultivo perfecto, convirtiéndose en una fuente de alegrías al parecer inagotables para todos los fans del verdadero metal underground.

Escuchando: Ornamentos del Miedo – 2024 – Escapando a Través de la Tierra