Demoniac – Nube Negra (Edged Circle Productions, 1 de septiembre de 2023)
El thrash metal suele ser un género más bien limitado a efectos estilísticos. Tras su época de gloria entre mediados y finales de los ochenta, no ha vuelto a resurgir más que como impulso nostálgico generalmente impregnado de clichés y, a diferencia del death o black metal, no ha conseguido generar un nuevo culto underground que vaya más allá de la simple reivindicación de un sonido fijado en el tiempo. De hecho, ni siquiera en su edad de oro tuvo tiempo de alcanzar una verdadera evolución formal, porque el thrash más complejo de finales de los ochenta era ya en esencia proto-death metal. No obstante, de un tiempo a esta parte esto está cambiando, de la mano de grupos que no temen fusionar la furia y el apremio de antaño con otras tradiciones musicales para incrementar la profundidad sin mermar un ápice el ímpetu característico. Entre ellos quizá los más destacados sean los chilenos Demoniac, que recientemente han sacado un nuevo tercer disco que supera a los anteriores en todos los aspectos.
En Nube Negra encontramos a un grupo de thrash cada vez más cómodo con el alma neoclásica que define buena parte de su identidad, desde los guitarreos acústicos y las largas frases de guitarra eléctrica, cada vez mejor hilvanadas, hasta el uso de instrumentos habitualmente más propios de otros géneros. Los temas son más breves y compactos que en su álbum anterior, So It Goes (que entró en nuestra selección de mejores discos de 2021), lo que denota más seguridad en el aspecto compositivo y un mayor sentido de la coherencia al imbricar más firmemente sus rarezas y heterogeneidades dentro de la base metálica. En su uso de pasajes, modos y ritmos distintos y cambiantes pero interconectados en un plano narrativo hay algo de progresivo, en el sentido propio y no espurio del concepto. La ejecución es igual de brillante que otras veces, con un nivel técnico verdaderamente deslumbrante que termina de llevar a buen puerto todas las excentricidades que han querido permitirse y nunca llegan a desentonar. El resultado suena realmente cohesionado y ceñido sin que haya compromisos ni constricciones, todo un ejemplo de prodigioso equilibrismo.
Demoniac es un grupo que visiblemente ama el thrash metal, pero lo aborda como vehículo y soporte, no como un ídolo al que adorar. Al incorporar sus numerosas influencias e intereses, diversos pero bien fusionados, otorga una increíble flexibilidad al formato, que no suele verse en una propuesta de estas características. Aunque a veces pueda parecerlo por sus rasgos externos, no estamos aquí ante algo que quepa definir como “avant-garde” en el sentido metálico del término; nada se hace de cara a la galería, sino más bien como exploración de los límites. Valga como ejemplo el interludio con sintetizador añejo que divide en dos el álbum (Synthèse d’accords), que más que como extravagancia podría leerse como interpretación alternativa de la misma fórmula que se oye en cualquiera de las demás pistas. Por otra parte, el grupo logra de nuevo la hazaña de conseguir que un clarinete quede bien integrado y no forzado en un disco de metal, algo que no se lograba con instrumentos de viento desde aquel saxofón noventero de Necromantia.
Un disco como este tenía que salir de Chile, lugar donde últimamente están surgiendo los mejores experimentos con estilos clásicos para crear cosas nuevas con vida propia. No es que Demoniac vayan más allá del thrash, porque realmente no se les queda corto ni les impone ninguna limitación, pero sirviéndose de él construyen algo mucho más amplio y variado, a la justa medida de sus ambiciones. Otros compatriotas suyos han hecho cosas parecidas en sus respectivos subestilos este mismo año (Blood Oath o Sepulcrum), pero esta formación quizá sea la más sobresaliente, al conjugar su virtuosismo formal con una evolución exponencial y fulgurante, que tiene en Nube Negra su tercera y mejor entrega hasta la fecha. Probablemente no vaya a ser portada de ninguna revista o portal grande por no ser una falsa innovación llamativa y fácilmente digerible, pero en su desarrollo discreto y profundo está la clave de su gran valía y relevancia.
Escuchando: Baxaxaxa – 2023 – De Vermis Mysteriis