Ornamentos del Miedo – Frío EP (The Way of the Hermit, 18 de enero de 2023)
Desde un lugar tan atípico como la ciudad castellana de Burgos, cerca de nuestra mesetaria ubicación actual, nos llega este epé de funeral doom de una one-man band relativamente reciente pero altamente prolífica. El músico que la dirige se encarga también de mezclar y masterizar el material, como hace en varias de las múltiples formaciones a las que pertenece, por lo que estamos ante un proyecto verdaderamente personal y autosuficiente. Escuchando algunas publicaciones anteriores y otra recién estrenada compruebo que funcionan bajo los mismos parámetros, pero este fue el primer título que conocí y el que más me apetece reseñar. Tal vez se trate de un mero respiro entre dos discos completos, pero me parece realmente logrado y destacable, además de una buena muestra en formato escueto para quien busque una aproximación inicial al universo de este artista sin tener que pasar de primeras por un larga duración de más de una hora.
Lo que tenemos aquí es un funeral doom de riffs melódicos y sugerentes, no excesivamente lánguido ni lento, con evidentes paralelismos con los Skepticism de la etapa más reciente, es decir, más melódicos y menos brumosos que en sus comienzos. Desde un principio se percibe que esto es bastante ligero y accesible, dentro de las convenciones del subgénero, lo que en este caso no implica una concesión estilística y sí una mayor flexibilidad. La propuesta es decididamente casera, con un planteamiento directo y de pocas florituras, que no obstante permite composiciones más centradas de lo habitual. La voz es un sencillo recitado grave muy distorsionado y la percusión, sin duda programada, resulta relativamente estéril, pero los riffs son claros y robustos y acaparan toda la atención. Hay algunos sonidos de teclado que aparecen por momentos, pero tan controlados que no llegan casi a influir en un conjunto que cabría calificar de austero. La saturación que se oye en las reverberaciones parece más fruto de las limitaciones de un estudio casero que del vicio frecuente de las producciones comerciales excesivas. De hecho, la producción es tan compacta que no deja mucho espacio para los matices, pero para quien suscribe ese es un pequeño precio a pagar por poder controlar todo el proceso de creación musical de principio a fin.
Al igual que los riffs son el tuétano de cualquier grupo de metal que se precie, en el funeral doom una cierta dosis de melodía es la savia indispensable, ya que sin ella el conjunto queda huérfano y yermo, y se convierte en ruido de fondo como casi todo lo identificado con la etiqueta “atmosférico”. Esta formación ha encontrado su propia manera de simplificar este subestilo, haciéndolo más suave pero también más liviano y bello, con unas letras inteligibles en castellano que invariablemente hablan –poca sorpresa en este punto– de tristeza y desolación. Lo que se pierde en complejidad se gana en lustre, y en la transacción el artista mantiene su propia identidad sin limitarse a copiar a nadie. Las estructuras son lineales pero variadas, con estratégicos parones o ralentizaciones tras los cuales entra un nuevo riff melódico muy llamativo, tan efectivo como los anteriores o aún más. Esta fórmula sencilla tal vez explique lo prolífico de su producción, pero funciona realmente bien y permite escuchas reiteradas que se hacen siempre amenas. Ya quisieran muchas formaciones de mayor trayectoria y renombre tener tanta soltura y entidad.
Escuchando: Out of the Mouth of Graves – 2023 – Shrines to Dagon