Semihazah – Toteleftaíokláma EP (2024)
(Sons of Hell Prod., 20 de mayo de 2024)
Un músico recientemente llegado a la escena argentina de black metal se rodea de personalidades experimentadas, como Zorath y Temptor Princnegsur, para esbozar en este EP una digna continuación temática y musical del último disco de Gevurahel. Exhibiendo un estilo robusto y conservador pero con margen para la variedad formal, y sobre todo un aura de fervor satánico palpable y convincente, este nuevo proyecto consigue convertir formas más bien familiares en un vibrante impulso en pos de la liberación espiritual. Sucinta pero compacta y muy completa, tan ritual como seductora, esta breve pieza es la prueba de cómo los géneros más establecidos aún tienen margen para la creación genuina, siempre y cuando la visión canalizada sea lo suficientemente poderosa.
Concrete Winds – Concrete Winds (2024)
(Sepulchral Voice Records, 30 de agosto de 2024)
Este dúo finlandés presenta su tercer disco homónimo con la misma fórmula que los anteriores: canciones muy breves y concentradas, títulos de dos palabras y menos de media hora de duración. El asalto inmisericorde de riffs angulares a velocidad endiablada marca de la casa lleva el planteamiento de Necrovore al siguiente nivel de distorsión y alienación, esta vez más por metodología que por mera saturación, pero también sabe mantener una increíble flexibilidad para incluir cambios de ritmo y giros radicales que aportan variedad y colorido, a pesar de la intensidad constante. Todo es tan extremo y caótico que parece siempre al borde del colapso, pero de alguna forma se reconduce y reinventa al final, avanzando siempre a trozos y a ráfagas, como algo incompleto y cambiante que obedece a la definición del caos en su mejor expresión: la construcción de algo que al mismo tiempo se está desmoronando.
Betelgeuse – Bajo el Amparo de la Putrefacta Cruz (2024)
(Adirondack Black Mass, 31 de agosto de 2024)
He aquí un nuevo grupo chileno de black metal que surge como proyecto paralelo de los músicos de varias formaciones destacables de death metal de la región de Biobío, como Antagonyze o Blood Oath, y practica un estilo claramente noventero, con buenos riffs melódicos y teclados que apenas se oyen debido a la densa producción a la antigua. Los temas son sólidos y extensos, y en ellos se explayan sin prisa frases largas de guitarra tocadas en trémolo al estilo nórdico, rematadas por letras en castellano que hablan de satanismo y religiosidad blasfema. Este es un disco largo en el que realmente no hay relleno, tanto por la sorprendente diversidad entre las canciones como por lo bien planeado y ejecutado que está todo. Sin ser ninguna novedad ni parecerlo siquiera remotamente, el resultado es tan convincente como disfrutable.
Nigrum – Blood Worship Extremism (2024)
(Iron Bonehead Productions, 22 de noviembre de 2024)
Si hay algo que nos gusta casi tanto como un nuevo disco que revolucione el panorama es uno que suponga un gran salto cualitativo por parte de la formación que lo presenta. Eso hace aquí este grupo de black metal fundado en México y radicado en el sur de Suecia, donde se ha empapado del estilo clásico de Dark Funeral y Setherial, repleto de melodías llamativas y exuberantes, pero incluye también muchas de las ingeniosas desviaciones y heterodoxias de una formación destacada más reciente como es Ultrasilvam, cuyo miembro principal también participa aquí. Más conciso y centrado que el debut, con más contenido y una ejecución superior, este segundo asalto es una mejora en todos los aspectos, y también una escucha muy recomendable para todos los fans del subgénero en cuestión.
Escuchando: Mitochondrion – 2024 – Vitriseptome