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Los mejores discos de metal de 2014



 William Burroughs escribió a menudo acerca del "borde", o el umbral que marca el límite entre distintos estados. El año más reciente que haya supuesto un borde real para el metal underground fue 2009, cuando un puñado de sólidos competidores y nuevos talentos se unieron para defender el metal extremo frente a la acometida de imitadores que hacían metal de estilo hipster con pirotecnias de jazz comercial que, como el pueblo de Villar del Río en la película Bienvenido, Mister Marshall, bajo la superficie no escondía otra cosa que composiciones desorganizadas y una ausencia de algo que expresar. Ahora que el underground regresa para vengarse, ha empezado a desplazar a los imitadores por la sencilla razón de que su música no da la talla. Esto ha provocado una reacción por parte de los hipsters, que defienden su territorio con una mezcla de remordimiento, ostentación, pretensión e innovación a un nivel superficial. Por su parte, el underground ha engendrado unos cuantos rivales de categoría. Y así, seguimos avanzando hacia el futuro a través del pasado, sin olvidar que lo auténtico es eterno, mientras que las tendencias, novedades, modas pasajeras, los hipsters y demás cosas efímeras tienen siempre una vida muy breve...


     

 Blaspherian - Demos (Compilation of Death) 

 Compilation of Death Records ha reeditado una maqueta clásica, junto a un ensayo grabado, de un grupo de reciente hornada pero con orígenes en la vieja escuela, Blaspherian. Su atronador death metal suena como Incantation y Obituary versionando a Deicide, pero posee una voz propia y una perspectiva única. También hace gala de la sensibilidad old school a la hora de construir intensidad y contraste, creando un ambiente mórbido que no resulta repetitivo ni redundante. El compositor Wes Weaver (Imprecation, Infernal Dominion) evita los solos y demás adornos para centrarse en riffs tunélicos que son distintivos e interactúan unos con otros en cada canción, otorgando a cada tema un toque único dentro del repertorio de símbolos y emociones que aborda el death metal. Como los grupos en los que se inspira, Blaspherian pretende crear una atmósfera envolvente de perdición y morbosidad en la que pueda hacer surgir otras emociones a distintos niveles, de tal forma que la sensación de "mezcla de emociones" común a buena parte de la música no es algo que se alcance en el punto culminante de cada canción, sino una constante en la que las emociones mezcladas varían como si de una textura se tratase, revelando nuevas combinaciones bajo las estriaciones cambiantes de la oscuridad.


     

 Blood Urn - …of Gory Sorcery and Death (Terrorghoul) 

 El death metal al estilo clásico fascina a este joven grupo que compone música de forma muy similar a como se hacía en los primeros años del death metal, pero poniendo más énfasis en los intervalos melódicos, esquivando la trampa de emplear la melodía esencialmente como técnica de producción, lo que no hace sino resaltar unas canciones que cobran vida con un fermento de riffs en conflicto. Las voces emplean el método old school de ocultar los riffs, y la ensalada de frases encaja dentro de su estructura, creando un ambiente que va haciéndose cada vez más profundo. A pesar de situarse en el lado más pesado y lento del death metal, esta maqueta es lo suficientemente variada como para tocar todos los palos del género, combinando ricas texturas como medio para desarrollar una profundidad en las emociones en cada parte de cada canción individual. A diferencia de muchos grupos nuevos, Blood Urn decidió no seguir una sola influencia identificable, prefiriendo en su lugar sonar como un estudio del death metal europeo y americano realizado por individuos que se aproximan a él con una nueva visión.


     

 Cenotaph - Riding Our Black Oceans (Chaos, reedición) 

 La reedición de este álbum hace que recupere su merecido lugar dentro del canon del death metal. Tras el inmensamente poderoso Gloomy Reflections of Our Hidden Sorrows, el estruendoso grupo mexicano de death metal Cenotaph cambió su estilo por un sonido death metal melódico más ligero e intenso, tocado a gran velocidad. A diferencia del "death metal melódico" contemporáneo, este estilo adoptaba el vigor del death metal expresándolo mediante secuencias de tonos que añadían melodía sin ocultar la estructura ni los ambientes sombríos. Cenotaph exhibe aquí su habitual perspicacia para componer, manteniendo cada tema centrado en torno a una idea que surge no solamente del conjunto, sino de la propia forma de los riffs. En los años posteriores al North From Here de Sentenced y el The Red in the Sky is Ours de At the Gates, numerosos grupos abordaron este nuevo estilo, pero pocos lo hicieron de una forma tan despiadada e inflexible como Cenotaph.


     

 Conquering Dystopia - Conquering Dystopia 

 Conquering Dystopia crea metal instrumental que fusiona estilos de death metal con heavy metal progresivo y algunos de los más recientes estilos de progresivo como el de At War With Self. El resultado a menudo suena muy parecido a los antiguos trabajos de Joe Satriani, en el sentido de que hay un tema claro que se expresa y se repite con frecuencia, pero variando a través de distintos rodeos instrumentales que lo fortalecen a medida que progresa cada canción y todas las piezas encajan de una forma lineal interrumpida más que siguiendo las geometrías del death metal puro. A pesar de que esto, como buena parte del rock comercial, peca de un exceso de emotividad, la música subyacente es buena, y la técnica resulta interesante sin dejar de atender las necesidades de cada canción, lo que no solamente lo hace actual, sino también interesante.


     

 Dead Congregation - Promulgation of the Fall (Martyrdoom) 

 Aunque este grupo suela mencionarse como el primero de fila de entre el conjunto de "clones" de Incantation, inspirados por el metal underground de trémolos desacordes columnados y torrenciales al estilo de Incantation, Demoncy y Havohej, Dead Congregation recibe también influencias de la estructuración más sutil de los primeros Immolation en su uso de la melodía para enfatizar lo que de otra forma sería una serie estruendosa de riffs rítmicos cromáticos faltos de un eje central. Algunas canciones son más completas que otras a lo largo del álbum, pero por lo general estos arrolladores cantos fúnebres de alta intensidad están bien encajados, lo que genera una atmósfera englobante que aplasta y sobrecoge a un tiempo. Cabe desear, quizá, que este grupo deje un poco atrás las técnicas clásicas y dé más rienda suelta a sus propias ideas estéticas, ahora que ya es un nombre establecido.


     

 Demilich - 20th Adversary of Emptiness (Svart, reedición) 

 Allá por la época en que prácticamente todo el mundo consideraba que el death metal era un género incompetente de perdedores insatisfechos que no iban a ninguna parte y se quejaban de nuestro nuevo paraíso consumista/hippie, surgieron unos cuantos grupos que concebían el género emergente no como un estilo, sino como una voz artística con posibilidades ilimitadas. Uno de ellos, los finlandeses Demilich, crearon un disco tan enrevesado y extraño que la prensa del metal básicamente lo dejó caer para correr despavorida, como también hicieron muchos fans. A aquellos que lo descubrieron, sin embargo, Nespithe reveló un potencial infinito al mostrar cómo el death metal podía adoptar una faceta técnica sin ser dominado por ella y forzado a convertirse en el tipo teórico de jazz-blues-rock genérico que en realidad ponía límites a lo que los músicos podían concebir y ejecutar. Con sus retorcidos pasajes y ritmos aparentemente erráticos, Nespithe se asemejaba a una extraña máquina surgida de las entrañas de la tierra para someter a la humanidad. En lugar de ello, fue una fuente de inspiración para generaciones de fans y músicos que visualizaron el death metal como un lenguaje mucho más amplio de lo que muchos hubieran deseado. Esta reedición combina trabajos antiguos con unos cuantos temas nuevos para conformar una experiencia completa de esta voz característica y su concepto.


     

 Desecresy - Chasmic Transcendence (Xtreem) 

 Desecresy combina el death metal sueco, el doom/death metal e influencias atmosféricas del black metal para crear escenas semejantes a torres, compuestas por ambientes oscuros en colisión. Con Chasmic Transcendence, el grupo actualiza la fórmula con ritmos más fácilmente separables en los riffs y un uso de transiciones melódicas para intensificar una creciente sensación de perdición. Se construye así una tensión chirriante, descargada a continuación en largos pasajes melódicos que se expanden más allá de sus orígenes hacia nuevos paisajes. A esto se añade una tendencia a emplear guitarras rítmicas con dirección melódica por encima de los riffs de acordes de quinta, lo que da como resultado una experiencia sonora inquietante similar a un descenso hacia el inframundo. Con este tercer disco, el grupo no solamente da fe de su perseverancia, sino también de la profundidad de su pozo de creatividad al no limitarse a reinventar estilos más antiguos, encontrando en lugar de ello una nueva forma de combinarlos y empleándola para expresar una perspectiva que desarrolla los fundamentos del género y les confiere nueva elegancia y poder.


     

 Enthroned - Sovereigns (Agonia) 

 Célebres por su black metal melódico tocado a gran velocidad, Enthroned adoptan el enfoque populista de la etapa intermedia de Dimmu Borgir (antes de que pasaran a su estado final de hard rock recalentado), creando música más apresurada y con la aproximación instrumental del black metal más antiguo. El resultado se asemeja más a los últimos discos de Bathory, en los que las influencias del heavy metal, el proto-black metal y el death metal posterior a Slayer se fusionaban para crear un potente fermento. Sovereigns no logra reproducir los amplios contrastes ni la noción épica de pérdida del primer black metal, pero mantiene un espíritu guerrero y lo plasma en canciones con fuertes melodías que no se pierden en el mundo edulcorado y empalagoso de los "sentimientos" (observaciones personales basadas en una perspectiva personal), sino que apelan a las emociones, o la idea compartida de la importancia y el valor de determinadas cosas que pueden ser eternas. El disco desgrana ligeramente la fórmula con temas más lentos a medida que va avanzando, al estilo del Penetralia de Hypocrisy.


     

 Entrench - Violent Procreation (War Anthem) 

 Siguiendo los pasos de Merciless, que pueden considerarse los ancestros de este grupo en cuanto al estilo, Entrench crea speed/death metal con apuntalamientos melódicos y una voz frenética pero estridente que guía los riffs de una forma muy similar a cómo Dio narraba sus propias canciones. A la fórmula de Merciless, integrada por excelentes riffs hábilmente ejecutados que concluyen con convergencia pero conservando cierta ambigüedad, Entrench añade una rotundidad propia del estilo de Kreator a las frases tanto vocales como de guitarra, lo que hace que las canciones suenen menos emotivas pero más firmes y violentas. A pesar de que los híbridos de speed/death metal suelan terminar muy mal, aquí la esencia son riffs de speed metal tocados como lo haría un grupo de death metal, en un contexto rítmico más propio del death metal. El resultado es satisfactorio en cuanto al impacto creado, pero para ascender al siguiente nivel, en el que se ubica Merciless, el grupo tendrá que coordinar sus melodías y cultivar la ambigüedad tanto para resolver como para preservar la sensación de oscuridad producida por el estilo de riffs del death metal, las melodías de tonalidad menor y la mentalidad distinta de la gregaria.


     

 Heresiarch - Wælwulf (EP, Dark Descent) 

 Tratando de hacerse un hueco propio en el estilo inspirado por Incantation/Blasphemy que ha logrado una amplia aceptación en el panorama underground de los últimos años, Heresiarch elabora aquí una versión más turbia y oscura de sus trabajos anteriores, centrándose menos en riffs tunélicos y más en riffs simples de dos acordes como introducción para canciones que se expanden hasta alcanzar mayores grados de estructura con atisbos mínimos de melodía. El grupo, en su afán por llevar el war metal a un nivel superior, probablemente considera que su obra es espontánea y deriva de impulsos, pero estos temas muestran un claro patrón de desarrollo que pasa de un sonido pulverizador a configurar una estructura y, como resultado, embarcan a quien los escucha en un viaje para encontrar belleza en la oscuridad y coherencia en el caos. La violenta intensidad del choque permanece pero, al reducir su consistencia, el grupo logra una mayor sensación de contraste, como si se alzara un objeto sagrado lo más alto posible antes de estrellarlo contra un suelo de mármol para asegurarse de que estalle en mil pedazos.


     

 Kever - Eon of Cycling Death (Dark Descent) 

 Quizá uno de los discos más inspiradores de este año, Eon of Cycling Death exhibe claramente sus influencias old school provenientes de Suffocation y Morbid Angel, pero no se limita a imitar a estos grupos con una burda copia de su técnica sin haber comprendido su esencia. En lugar de ello, Kever ahonda con determinación en una especie de death metal de fantasía que muestra a sus músicos viviendo en un universo temporal alternativo y paralelo al de dichos grupos, desarrollando las bases que éstos innovaron con su propia voz individual, independientemente de la época en la que viven realmente. Los riffs percusivos abren camino a un conjunto de estilos de death metal unidos por el ritmo y el espacio que trazan de manera convincente las ideas de cada canción, para conferirles seguidamente profundidad a través de un diálogo interno. Por encima de todo ello, un áspero graznido a modo de voz insufla nueva vida a una técnica muy familiar, con una dicción gutural pero cuidadosamente esculpida.


     

 Massacra - Enjoy the Violence (Century Media, reedición) 

 Uno de los grandes clásicos del death metal, ignorado durante largo tiempo en favor de grupos más histriónicos, cobra ahora nueva vida con esta reedición. Massacra creó su música más antigua en el estilo que abarca desde Slayer hasta Morbid Angel y pone en primer plano un rasgueo veloz de riffs en rápida colisión que acentúan la ambigüedad y la apertura por encima del tipo de certidumbre que funciona mejor con estilos más percusivos. Enjoy the Violence se parece a una montaña rusa con dos cimas, en la que todo lleva de vuelta al punto de partida, pero la experiencia conlleva tantos cambios que al regresar el entorno resulta prácticamente irreconocible. Con la remasterización se ha corregido parte de las flaquezas del sonido de la grabación original, y se han añadido temas adicionales, insuflando nueva vida a este clásico del género, que nunca recibió el reconocimiento que merecía, y fue mucho más influyente entre los músicos que entre los fans, adoptando una vitalidad renovada en los grupos a los que influyó.


     

 Massacra - Final Holocaust (Century Media, reedición) 

 Este disco fundacional del death metal ha sido reeditado por Century Media con temas extra y un libreto repleto de información. El álbum ofrece una buena introducción a este enfoque del estilo death metal que, en lugar de intentar ser "pesado", trataba de impactar e impresionar mediante riffs rápidos y canciones complejas que de alguna manera desembocaban en un ambiente de calma casi pacífica después del caos y el combate. Massacra extrae su fortaleza de su capacidad para componer riffs de rápida digitación que captan la emoción y el terror de estar vivo en un solo instante y lo emplean para convertir las disputas básicas inherentes a la existencia en una mitología que retrata el intento de conquista de espacios vacíos mediante la voluntad y sensibilidad de un guerrero que deambula por un páramo distópico. A pesar de que este disco cayera en el olvido en su día principalmente debido a una producción centrada en los sonidos medios (en lugar de los sonidos graves) y a la escasa disponibilidad del mismo a causa de contratos de distribución más enrevesados que sus propios riffs, ahora vuelve a surgir con una nueva forma.


     

 Massacra - Day of the Massacra (Century Media) 

 Century Media ha recopilado varias de las primeras maquetas de Massacra en un solo disco, acompañado por un libreto con mucha información y numerosas fotos, y remasterizando todos los temas para que sea posible comprender cómo evolucionó el sonido de Massacra a medida que empezaba a vislumbrarse lo que surgiría en los dos primeros álbumes del grupo, los más influyentes. Estas grabaciones muestran cómo el grupo fusionó sus influencias iniciales para crear un estilo, y a continuación encontró una voz propia en el interior de aquella bestia, pudiendo así componer seguidamente canciones características y evocadoras, incluyendo varios temas previos al primer álbum que todavía tienen restos de cinta de embalar. Aunque este material vaya a apelar principalmente a los fanáticos de Massacra, también resulta útil como introducción para nuevos fans que quizá aprecien la producción más pesada y el enfoque más primitivo y agresivo que aquí se encuentra a modo de transición a los discos posteriores, que no se centraron tanto en el impacto bruto como en una especie de arquitectura aérea construida a base de riffs.


     

 Nausea - Condemned to the System (Willowtip) 

 A caballo entre el grindcore, el crust y un hardcore a la antigua, estilos que prácticamente son primos hermanos, Nausea vuelve con esta grabación que incluye temas nuevos y viejos. Cuidadosamente condensado para incorporar únicamente los elementos imprescindibles y mantener la energía al más alto nivel, Condemned to the System es una muestra del estilo compositivo más simple del punk, con toda la potencia de los riffs del primer grindcore, incluyendo varias canciones (y partes de canciones) que más tarde aparecerían en el primer álbum de Terrorizer, World Downfall. El oyente capaz de olvidar esta herencia descubrirá a cambio un disco sencillamente demoledor, eficaz y sin florituras de música al estilo punk, disfrutable pero contundente, que no marca ningún hito en cuanto a extremidad o técnica, pero revela una composición cuidada que consigue que quien lo escucha no se sienta perdido en un mar de riffs o de distorsión, sino que pueda aislar mentalmente cada canción y apreciar su impacto individual.


     

 Nunslaughter - Angelic Dread (Hells Headbangers) 

 A pesar de que algunos sientan la tentación de categorizar a Nunslaughter como dinosaurios, el hecho es que este grupo toma como materias primas el power metal, el speed metal y buena parte del death metal para hacer una versión básica y brutal de todo ello al estilo hardcore punk, que no deja de ser muy placentera al oído aunque no resulte especialmente fácil distinguir unas canciones de otras. Como otras recopilaciones de numerosos temas de escasa duración, como ocurre con Dead Infection o Carcass, Angelic Dread funciona como un conjunto de pequeñas percepciones de lo que básicamente es una misma idea. De alguna forma, las creaciones de este grupo nunca envejecen, en parte porque entiende sus riffs como un lenguaje con una misma fuente básica, y también porque, a la manera de un grupo de thrash, el formato de sus canciones se ajusta cuidadosamente a su particular choque de dos riffs (quitando unas cuantas transiciones sencillas y algunas variaciones ocasionales del ritmo, Nunslaughter emplea una media de dos riffs por tema) y a la necesidad de presentarlos de la mejor forma posible. El resultado es convincente y disfrutable, y entronca con la mejor tradición de composición de riffs y violencia expresiva en la música underground.


     

 Oppression - Sociopathie & Gloire (Preposterous Creations) 

 Tratándose de una fusión de punk estilo oi! con algunos aportes provenientes del black metal, los temas suelen ser más bien cortos (2-3 minutos). Las melodías son líneas pegadizas pero melancólicas basadas en riffs sencillos de guitarra y bajo, con voces que alternan entre chillidos de maníaco y un intento juvenil y peculiar de cantar de forma melódica. Empleando el estilo de composición más lineal del punk, en oposición a la estructura de amontonamiento de riffs propia de buena parte del black metal, cada canción aporta una noción de movimiento que va construyendo el disco a medida que se suceden los temas. Las características de la producción corresponden a lo que cabe esperar de este estilo de música: lo suficientemente clara como para resaltar cada instrumento, pero con toda la crudeza necesaria para preservar la ideología del bajo presupuesto. Estamos ante un disco que no pretende inventar un nuevo género, sino que trata de renovar varios estilos que se han desmoronado por efecto de su propia entropía. Su extraña estética puede resultar desagradable para algunos, pero quien sea capaz de sublimarla dentro del espíritu del álbum verá cómo se abre ante él una obra sorprendentemente sincera para su disfrute.


     

 Personal Device - Microorganismos del Mal (autoeditado) 

 Primero se produjo el resurgimiento del crossover thrash ochentero de imitación, con grupos retro de "party thrash" como Toxic Holocaust y Municipal Waste, más tarde otras formaciones, entre ellas Birth A.D., contraatacaron con thrash auténtico, dando nueva forma al género. Ahora, Personal Device lo llevan un paso más allá y toman al mismo tiempo una dirección distinta, tratándose de un grupo de hardcore clásico bien impregnado del primer speed metal, el que puede oírse en los discos debut de Metallica y Nuclear Assault. El resultado es un punk enérgico, rápido y preciso como el de Ratos de Porão, o incluso Bad Brains en su etapa intermedia, totalmente disfrutable con sus riffs quebrados que se asemejan a "The Four Horsemen" o incluso a "Live, Suffer, Die". Las guitarras son extraordinariamente precisas, lo que genera un sonido inusual para el punk, que al volverlo mecánico hace que parezca algo inexorable antes que música de protesta, dando como resultado un enfoque más belicoso y lleno de testosterona. Todo ello, mezclado con la explosión de acordes cambiantes del speed metal y los coros rápidos y repetitivos del thrash, hacen que estemos ante un grupo con una gran energía. Puede que los oyentes más experimentados encuentren algunos defectos, si consideran que el conjunto es excesivamente transparente o que muchos de los ritmos son similares, pero el grupo ha administrado su estilo con el rotulador rojo de un redactor jefe a mano, dejando fuera cualquier parte o elemento más débil, lo que confiere al disco una fuerza mucho más duradera que la que muestra la gran mayoría de álbumes dentro de este subestilo.



     

 Ripper - Raising the Corpse (Underground Defenders) 

 Muy al estilo de Merciless, Ripper saben cómo invocar un gancho melódico con un gancho rítmico, confiriendo paulatinamente unidad a una canción, tras lo cual machacan insistentemente un estribillo contagioso hasta que la audiencia esté dispuesta a hacerlo suyo para siempre. Algunos quizá señalarán que aquí hay poca novedad en términos de estilo, y que muchos de los riffs se remontan en su forma a Slayer o Destruction, pero el acierto de Ripper es mantener la alta intensidad de la música sin caer en la monotonía, perfeccionando la fórmula hasta obtener un eficaz mecanismo creativo que supera la confusa colisión de estilos que supuso la segunda mitad de los años ochenta. Este enfoque se ubica dentro del modelo del primer speed metal, que constituyó la base de los grandes grupos alemanes con abundancia de ganchos, como Destruction y Sodom, tradición que continúa ahora con Ripper. La mejor baza de Ripper es eliminar el material superfluo y mantener tan sólo el núcleo en su música, dejando fuera parte de la distracción y aleatoriedad que malograron los trabajos posteriores de los grupos alemanes.



     

 Sorcier des Glaces - Ritual of the End (Obscure Abhorrence) 

 Sorcier des Glaces, grupo de black metal fluido, oscuro, melódico y forestal, irrumpió en la escena en el momento en que cualquier aprecio por este estilo de black metal influido por Graveland e Immortal declinaba por completo a medida que la pérdida inicial de impulso en el género se convertía en inercia. Desde entonces, el grupo ha seguido su camino haciendo un black metal naturalista de largas melodías, con su particular ritmo divagante y un desarrollo de las frases como el que también exploraron muchos de los grupos franceses. Con Ritual of the End, Sorcier des Glaces presenta su visión en un estilo más centrado que no obstante conserva la naturaleza inconcluyente de sus primeras composiciones, convirtiéndose en algo similar a la visión de un bosque en el ocaso, que encierra promesas y ambigüedad a partes iguales, revelando la naturaleza ininterrumpida de la vida a través de su incapacidad para llegar a extremos definidos. Al dirigirse hacia variantes más rápidas/extremas del pasado, el metal cometió el error de perder la belleza majestuosa que inspiraba la imaginación tanto como la agresividad, un error que Sorcier des Glaces se encarga de subsanar.


     

 Varathron - Untrodden Corridors of Hades (Agonia) 

 Uno de los grupos originales de black metal griego, Varathron regresa con mayor velocidad y dominio más marcado de la melodía en un estilo que se aproxima a lo que Borknagar y otros grupos de black metal más tardío trataron de hacer, con algunas alusiones a la música posterior pero manteniendo en lo esencial una sensibilidad más cercana al Thy Mighty Contract de Rotting Christ. Manteniendo la energía a un alto nivel, con cambios frecuentes que sin embargo vuelven siempre al mismo tema, y centrándose en una melodía o progresión en el núcleo de cada canción, Varathron amplía su repertorio y consigue crear un álbum que se expresa lo suficientemente bien en un lenguaje contemporáneo como para dominar ese estilo con el vocabulario de la época antigua, conformando al mismo tiempo un retorno al pasado y una continuación del mismo. Aunque la influencia de la era actual se hace patente, permanece bajo el control de las fuerzas que dirigen este grupo y tienen por objetivo expandir la imaginación en lugar de satisfacer su propia imagen, lo que determina que aquí afloren muchas más posibilidades que en otros trabajos contemporáneos.


     

 Witchblood - Hail to Lyderhorn (Aurora Australis) 

 En un intento de reivindicar los valores del black metal clásico introduciendo al mismo tiempo en ellos algunos de los más recientes desarrollos de la música inspirada en el folk tradicional, Witchblood combina el asalto pegadizo de Venom con la técnica de los riffs del black metal de mediados de los 90, añadiéndole su voz propia, que consiste en partes iguales en un estilo narrativo a la manera de los bardos y una capacidad particular para crear melodías que permanecen en la memoria. El resultado presenta una serie de técnicas de distintas épocas de la historia del metal, incluyendo riffs inspirados en la NWOBHM junto a otros riffs melódicos tocados en forma de trémolos torrenciales, mixtura que el grupo hace funcionar centrándose siempre en una melodía esencial en cada canción, acompañada por otra melodía de voz diseñada para conseguir un estribillo que pueda seguirse dando golpes con el pie, igual que hacían años atrás grupos como Sodom o Destruction. El disco retoma las enseñanzas de Venom, actualizándolas a través del black metal, y recupera una ejecución propia del estilo ochentero, clara y oscura al mismo tiempo, introduciendo en la fórmula final el tipo de identidad ancestral y la sensación épica de finalidad que emana de la música folk. De esta manera, Witchblood crea su propia forma de metal que deja ver unas raíces que remiten claramente a tradiciones mucho más antiguas.


     

 Woodtemple - Forgotten Pride (Sacrilege) 

 Mostrando una influencia mucho mayor del Following the Voice of Blood de Graveland, Woodtemple regresa con una versión más centrada de su black metal fluido. En el pasado, su música se parecía más a unas colinas ondulantes en un paisaje de gran amplitud, pero ahora un mayor contraste interno crea algo más similar a una cordillera de montañas con riscos desiguales que dominan valles profundos. La incorporación de voces femeninas etéreas y suaves teclados permite al grupo poner más agresividad en las guitarras y el bajo, manteniendo las voces parcialmente en segundo plano, lo que hace que la música resulte algo menos "humana". Como resultado, las canciones están cohesionadas de una forma más centrada, haciendo de este álbum la declaración más clara que Woodtemple ha hecho hasta la fecha. Como buena parte del metal de este estilo, Forgotten Pride crea un efecto de aislamiento y distanciamiento del mundo de los humanos, centrándose en un panorama más amplio a través del prisma de grandes saltos en el tiempo, pero el disco genera también un segundo efecto hipnótico al distanciarse de la propia humanidad. Este grupo, a pesar de no ser un proyecto paralelo de Graveland, cuenta con el compositor de dicho grupo, Rob Darken, como bajista.



 Disco del año 2014:


     

 Sammath - Godless Arrogance (Hammerheart) 

 Godless Arrogance presenta series de riffs rítmicos tocados con una alta intensidad casi constante, y consigue por fin una producción a su medida que pone de relieve la armonía interna pero proyecta en primer plano las voces y las guitarras para crear un muro envolvente de sonido. La batería sigue una línea marcial y violenta, sin la tendencia a marcar ritmos alegres propia de los baterías demasiado propensos al rock; la percusión es aquí más similar a la del punk, con una intensidad implacable que canaliza las guitarras, que varían entre abruptas confrontaciones cromáticas al estilo Demoncy y melodías que se van desplegando suavemente, como las que podían encontrarse en Strijd. El bajo se funde con la guitarra, y las partes vocales son una ráfaga a todo volumen que reduce las voces distorsionadas a un sonido similar al de un susurro articulado cerca de un micrófono mientras sopla un viento fuerte. El resultado es un álbum intenso e impenitente, pero que encierra una vida interior melódica que le confiere profundidad y le permite manipular el contexto de los riffs a la manera de un grupo de death metal, evocando al mismo tiempo una atmósfera ambiental en la mejor tradición del black metal. Por su forma de resucitar el espíritu propio del black metal, una gran belleza escondida tras una agresividad y una alienación masivas, Godless Arrogance merece ser considerado el mejor disco de 2014.



(traducción del artículo publicado en deathmetal.org el 26.12.2014)





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