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CINCO DISCOS QUE INVENTARON EL METAL UNDERGROUND
Antes de que hubiera nombres para estilos como el death y el black metal, y antes de que nadie excepto un puñado de personas supiera de aquellos géneros, hubo pioneros que abonaron el terreno para que surgieran ambos estilos e influyeron en el nacimiento de algunos más. Tenían pocos medios a su disposición más allá de equipos de grabación primitivos y zines fotocopiados, pero de alguna forma estos fundadores sentaron las bases de nuevos estilos.
Los medios acabaron por adoptar el término “metal extremo”, no obstante esta música empezó a conocerse originalmente por el apelativo “metal underground”, ya que no se podía encontrar en tiendas, revistas, en la televisión o en círculos académicos. Finalmente, los géneros englobados dentro del metal underground obtuvieron reconocimiento y a partir de 1997, cuando cambió el modelo de distribución, fue posible encontrarlos en las tiendas de discos.
Sin embargo, unos años antes, unos cuantos artistas disidentes pusieron los cimientos de todo aquello. Echemos un vistazo a los discos que abrieron la vía para los dos estilos de metal underground: el death metal y el black metal:
1. Discharge - Hear Nothing See Nothing Say Nothing
En la época en que surgió Discharge, tanto el punk como el metal tenían un amplio seguimiento. Discharge vio la luz dentro del movimiento denominado “hardcore punk”, que tomó forma cuando los fans del punk sintieron que su música había sido asimilada por la misma industria radiofónica a la que se había propuesto alienar. Los grupos de hardcore punk vivían en pisos okupados, grababan con cualquier equipo que tuvieran a mano y se promocionaban mediante zines y sencillos de 45 revoluciones (el origen de los discos de 7 pulgadas de hoy en día). Hicieron su música deliberadamente áspera y sus temas dejaron atrás el anarquismo para abrazar un nihilismo puro y un rechazo de cualquier pensamiento social, de forma que la radio no pudiera asimilarlos. Muchos de ellos lo consiguieron, pero a continuación el género se vio invadido por imitadores que observaron la simplicidad de la música y el poder de la escena social y entraron en ella para lograr sus propios objetivos, como lo harían unos años más tarde los agentes del mercado y la publicidad. Discharge contraatacó con el disco antirrock definitivo. La batería dejó de estar coordinada con las guitarras para pasar a mantener el ritmo, mientras oleadas de acordes de quinta fluían por encima, variando libremente. Las voces repetían kōans breves y crípticos que rechazaban por completo la propia idea de sociedad. Tomando nota de Motörhead, Discharge añadió también una distorsión orgánica a la voz, creando un sonido que se asemejaba a un aullido de ultratumba, proveniente de algún lugar que se derrumba para ser engullido por el infierno. Publicado en 1982, Hear Nothing See Nothing Say Nothing dio pie a toda una ola de grupos que emplearon las mismas técnicas, incluyendo todo el metal underground.
2. Hellhammer - Apocalyptic Raids
La soleada y pacífica Suiza, donde a base de ingeniería social se ha alcanzado la perfección, vio cómo surgía un foco de descontento con este álbum ocultista y antisocial. Aumentando la intensidad de las voces distorsionadas, inspirándose tanto de Venom como de Motörhead, Hellhammer compuso riffs más lentos que los de Discharge, pero añadiendo la sensación de oscura inevitabilidad captada con éxito por grupos como Black Sabbath diez años antes. Además, Hellhammer aportó un estilo de composición derivado probablemente de los discos de rock progresivo, que a su vez lo tomaron prestado de la música clásica: la estructura de las canciones se ajustaba al contenido de la canción, y no a un formato de canción estándar. Esto hizo que el grupo empleara toda su energía en combinar riffs de manera que “conversaran” entre ellos, en una especie de diálogo interno. Esta técnica, cuyo mejor ejemplo puede oírse en el épico Triumph of Death, un tema de 9 minutos de duración, permitió a Hellhammer fusionar la alienación del punk con la imaginería teológica y teatral de Black Sabbath en una miniobra wagneriana. Estas técnicas perduraron de formas radicalmente dispares en dos géneros en auge, el death y el black metal.
3. Bathory - The Return…
Surgido como proyecto totalmente casero, Bathory llevó lo que los grupos de metal estaban haciendo hasta su conclusión lógica, grabando a partir de 1984 una serie de discos que hacían uso de una potente distorsión, temas ocultistas, voces distorsionadas y rápidos riffs cromáticos. Mientras que por lo general este material no se despegaba del formato de canción estándar, una parte del mismo lograba desviarse mediante una composición inventiva que sugería un poder teatral en la presentación de los riffs metálicos. The Return of Darkness and Evil, el tema que da título al segundo LP de Bathory, hacía gala de este poder mediante su composición temática, al estilo de una banda sonora. A pesar de que este grupo no recibió influencia alguna de Venom, sus voces distorsionadas se intensificaron hasta convertirse en un chillido estridente como el que podría oírse en la banda sonora de una película de terror. Como resultado, no solamente algunos grupos de death metal sino todos los grupos de black metal se vieron influidos por esta formación fundacional.
4. Slayer - Hell Awaits
Formados el año siguiente a la publicación del álbum de Discharge, Slayer confeccionó un nuevo tipo de heavy metal empleando los ritmos caóticos y la composición cromática del hardcore punk pero con las estructuras elegantes y teatrales del heavy metal. El resultado pasó de unas letras con conciencia social a una mitología que revelaba un futuro sombrío para la humanidad, hilvanando canciones de múltiples riffs en contraste que se alternaban para apoyar el contenido, en lugar de un contenido que respaldara la forma de la canción, a la manera de la mayoría de grupos de pop. Esto redundó en discos en los que los oyentes podían perderse por completo, y convirtió a Slayer en uno de los grupos de metal más grandes y respetados de la historia. El punteo de trémolo usado para crear riffs rápidos y fluidos que mantenían la intensidad, a diferencia del punteo enmudecido empleado por la mayoría de grupos de speed metal de la época, sentó las bases de la técnica que han adoptado todos los grupos de death y black metal desde entonces. Si un grupo cualquiera entra dentro del ámbito underground, sin duda tendrá influencias de los cuatro primeros discos de Slayer, y con toda probabilidad al menos uno de sus miembros será fan de Slayer a muerte.
5. Sodom - Obsessed by Cruelty
Inspirados por Venom, Sodom combinó la energía del hardcore punk y las nuevas técnicas de Slayer y los grupos de speed metal para fabricar su propia versión primitiva de este nuevo estilo. Sus canciones breves tenían mucho en común con el thrash, un estilo en boga en aquel tiempo, pero ellos optaron por una temática oscura, mórbida y ocultista. A pesar de lo básico de la instrumentación, Sodom confirió a sus canciones temas serios e hizo surgir melodías épicas que correspondían a un patrón arquetípico muy similar al de las bandas sonoras de películas de terror. Los estallidos de furia concentrada resultantes dieron pie a buena parte de la agresividad del metal underground, así como a su atmósfera crepuscular y a un intenso sentimiento de destrucción dirigido a todos aquellos que ocupan posiciones socialmente aceptadas. Pese a que muchas de estas canciones responden a un formato de canción estándar, Sodom puso fin a esto para presentar material concluyente en un estilo similar al de Black Sabbath. Con el paso del tiempo, este grupo se fue inclinando más hacia el death metal, pero manteniendo el vacío abrasador que perduró en el black metal.
(traducción del artículo publicado en deathmetal.org el 14.07.2014)
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