Escueto repaso a varias publicaciones interesantes de los últimos meses del año pasado, que no fueron lo bastante significativas como para figurar en nuestra lista pero sí merecen un breve comentario en estas páginas.

Pale Shroud – To Wage War… Against Time Itself (2024)
(Autoeditado, 19 de octubre de 2024)
Segundo disco de esta reciente one-man band mancuniana con vocación ambiental y riffs sobresalientes. Tan minimalista como su discreta portada, el álbum sufre la misma limitación que aqueja a la mayoría de formaciones unipersonales: al carecer de más personal para realizar una necesaria labor de criba y poda, y a pesar de lo logrado de sus riffs enérgicos y emotivos de resonancia casi medieval, no consigue salir de la alternancia entre partes rápidas y lentas, siendo más un desfile de motivos que la construcción de nada concreto. Su intento constante de crear una atmósfera se ve truncado por unos parones recurrentes a la mitad de cada canción que aniquilan más pronto que tarde el empeño. Aun así la escucha es interesante, aunque su estructura y su funcionamiento sean los mismos que los de una montaña rusa.

Mitochondrion – Vitriseptome (2004)
(Profound Lore Records, 1 de noviembre de 2024)
No menos de trece años después de su último disco completo, esta formación canadiense de black/death metal demuestra tras una larga pausa por qué fue una de las primeras en hacer caverncore bien. Oculta bajo nombres de canciones arcanos e impenetrables, su música presenta gran densidad y mucha atmósfera pero en ella ocurren cosas, reposa sobre una mezcla interesante de riffs cromáticos y disonantes y no se limita a la mera repetición y estasis. Este cronista cortaría quizá los últimos 25 minutos de duración, para dejarlo en un disco más manejable de “sólo” una hora, pero la escucha global, pese a ser ligeramente reiterada en ocasiones, nunca pierde el hilo y resulta indudablemente inmersiva y disfrutable, como una revisitación de su Parasignosis de 2011 pero con mejor producción. Así es como debería sonar este estilo: como un descenso paulatino y aterrador a los infiernos, no como una rueda de hámster mal engrasada.

Thanatos – Four Decades of Death -Recopilatorio- (2024)
(Agonia Records, 15 de noviembre de 2024)
Pese a su estatus de culto como primera formación de metal extremo en surgir en suelo neerlandés, la trayectoria un tanto intermitente de este grupo nunca le ha permitido producir una discografía demasiado extensa. El año pasado alcanzó la respetable edad de cuatro décadas, acontecimiento que decidió celebrar con este recopilatorio que nos ocupa y ha sido toda una sorpresa, precisamente por la falta de expectativas de quien suscribe. En lugar de limitarse a una mera selección de canciones viejas al uso, este disco incluye sesiones de estudio de distintas épocas, junto a temas antiguos regrabados, lo que permite mostrar con un buen sonido las diferentes facetas de un grupo realmente competente que uno tenía infravalorado. La duración moderada es otro acierto más en este muestrario de death/thrash a la antigua, sencillo pero directo, y sobre todo muy disfrutable.

Old Wainds – Stormheart (2024)
(Darkness Shall Rise Productions, 27 de noviembre de 2024)
Cuando ya nadie lo esperaba, este longevo conjunto ruso de nombre inventado radicado a orillas del Ártico saca nuevo disco, diez años después del anterior. En la misma línea de black metal ambiental denso y reiterativo, revela marcadas influencias de Burzum y otros nombres de la primera escena noruega, como suele ocurrir con los grupos de su país y de otras naciones de la Europa más oriental. Su estilo es simple en apariencia, pero bajo la sencillez formal se oculta un sorprendente grado de control de todos los elementos y una maestría sutil a la hora de rematar las canciones y conseguir que muestren formas variadas y claramente distinguibles. Como cabía sospechar, el álbum encierra pocas sorpresas en cuanto a contenido y estilo, pero resulta gratificante contemplar cómo una formación tan veterana mantiene intacta la plenitud de su arte.
Escuchando: Birkental – 2024 – Peccatum Mortiferum