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OCTUBRE DE 2020 -
ANCIENT GATE - EMPIRE BEYOND DUSK (2020)


 Este nuevo disco del mes no sorprenderá a nadie que haya leído la entrevista aparecida en estas páginas hace poco más de un mes. Ancient Gate es una formación increíblemente joven que, con dos discos completos y un compartido publicados a lo largo de un periodo tan breve que no llega a los dos años, ha logrado llamar la atención mucho más allá de su país de origen, Argentina, con cuya escena más conocida, la de Buenos Aires, tiene más bien poco que ver. Su álbum más reciente, Empire Beyond Dusk, vio la luz en mayo de este año, y no solamente constituye una mejora a efectos estilísticos y compositivos, sino que es radical y conscientemente distinto del debut y el split, lo que supone toda una anomalía en el funcionamiento habitual de los grupos noveles. Por otra parte, la personalidad entusiasta y con pocas pretensiones de su compositor y músico principal, Ildrac, así como el amplio conocimiento del black metal de los años noventa que se trasluce en sus palabras son por sí solos garantía de honestidad y criterio musical, y un reclamo más que suficiente para dar una escucha a su material, editado por el emergente y selecto sello Hessian Firm.


Ancient Gate - Empire Beyond Dusk (Hessian Firm, 2020)


 La introducción de sintetizador arcaico que abre este disco, similar a la que sirve de conclusión, es señal inequívoca de que estamos ante un álbum que hace del viejo black metal noventero su orgulloso estandarte. Hasta la producción tiene una calidez y una simplicidad muy al estilo añejo, lo que hace que el nombre “Ancient Gate” resulte totalmente apropiado. Su música es un black metal crudo un tanto típico, al menos en apariencia, ya que muy pronto comienzan a aparecer riffs dinámicos y originales que desmarcan rápidamente a esta formación de la masa de propuestas genéricas convencionales. Pero no es sólo la naturaleza de los riffs lo que consigue poner a este grupo por encima de la media, sino también la forma de hilarlos en estructuras únicas y distintivas que sacan gran partido de una instrumentación por lo demás muy limitada. En ese sentido, recuerdan a los nombres recientes más imaginativos dentro del sector obstinadamente raw, con Mortum a la cabeza. Cabe señalar también la notable mejora a nivel de grabación y mezcla, un ámbito de gran importancia para un proyecto que se limita exclusivamente al estudio.

 La influencia que más claramente viene a la mente es la de Abigor, porque en todas las canciones hay melodías entreveradas de crudeza a partes iguales, intentando siempre construir algo que va más allá de la suma de las partes. Esto redunda en temas con personalidad y muy distintos entre sí, en los que destacan cambios de atmósfera muy conseguidos gracias a la solidez de los riffs. A pesar de que la voz sea el mismo chillido rasgado a lo Emperor, decente pero más bien estándar, el resto de la fórmula se aparta de la del debut, que se ceñía a un estilo más parco y seco a lo Judas Iscariot, entre otros factores, por la inclusión de teclados discretos, que aparecen en segundo plano en casi todas las canciones, y por algún que otro elemento puntual, como un violín que ayuda a abrir y cerrar con elegancia una de las pistas. No obstante, más allá de estos recursos meramente secundarios, lo que realmente impresiona es la cantidad de ideas puestas en práctica en cada uno de los temas, haciendo gala de una fértil imaginación y una creatividad desbordante.



 Junto a nombres consagrados como Darkthrone o los ya mencionados Abigor, Ancient Gate revelaba en la entrevista otras influencias que por estos lares nunca han sido gran objeto de devoción, como son Judas Iscariot y Blut aus Nord. En el primer caso, la objeción que sostiene quien suscribe es que se trata de black metal crudo genérico muy por debajo del nivel de los clásicos del género, pese a su indudable fama. En cuanto a Blut aus Nord, otro nombre no menos establecido, a oídos de este cronista se trata de una formación con cierto talento para crear riffs decentes, pero sin la habilidad de organizarlos en canciones que funcionen bien, por no mencionar su enfadosa tendencia a aproximarse a cada una de las sucesivas tendencias más en boga a lo largo de su dilatada existencia. Podría resultar un tanto extraño que, con semejantes referentes, la música contenida aquí haya sido de nuestro agrado, pero tal vez la grandeza de este álbum y de su estilo radica precisamente en que todas las influencias han sido debidamente procesadas y, aunque siguen siendo reconocibles, se han reutilizado para crear algo distinto y con entidad propia.

 Como ya hemos señalado, lo que más llama la atención en este disco, comparándolo con las grabaciones previas, probablemente sea el método consistente en plasmar en cada publicación influencias distintas, cambiando así constantemente de fuentes de inspiración. Esto difiere mucho de la habitual búsqueda de un estilo propio dentro del cual poder afianzarse, como suele hacer la gran mayoría de formaciones. Pese a resultar tan inusual como interesante, esto podría convertirse en un arma de doble filo si el grupo se limita a ir saltando de unas influencias a otras en futuras obras, sin llegar a construir algo que sea genuinamente suyo. Está por ver si tarde o temprano se decidirá a desarrollar una fórmula que sea totalmente propia o seguirá limitándose a reaprovechar, con su indudable habilidad, el acervo generado por grupos noventeros más o menos conocidos, pero por lo pronto resulta fascinante su capacidad de absorción y reelaboración. Donde otros ven límites y ataduras, Ancient Gate encuentra posibilidades de variar y crecer. ¿Hasta dónde será capaz de llegar?


Belisario, noviembre de 2020





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